jueves, 28 de febrero de 2008


Dicen que el fundador del partido comunista de España, el sevillano y panadero Pepe Díaz, era un apasionado de las corridas de toros. En cierta ocasión, un correligionario le dijo algo así: “Camarada Pepe Díaz, cuando el partido llegue al poder y prohíba las corridas de toros, ¿qué vas a hacer?”. Y Pepe Díaz respondió: “Acatar la decisión y luego irme a la Puerta del Príncipe de la Maestranza a hartarme de llorar”. Más tarde, ya estando Díaz en el exilio soviético, parece que comentaba a menudo su nostalgia por la llamada fiesta nacional.

Los comunistas querían prohibir la fiesta sobre todo por la carga de señoritismo que tenía y todo lo que ello significaba, no tanto por lo que sufre el toro. La gente sufre mucho para comprar un piso pero no prohibimos que existan los promotores ni los corredores ni los constructores ni los gobiernos títeres que lo permiten todo

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