miércoles, 27 de febrero de 2008

Bangladesh,agosto1971


Los Beatles se habían separado y George Harrison brillaba como solista, con el éxito de su álbum triple All Thing Must Pass. Lejos de sus ex compañeros, George, el beatle silencioso, había encontrado paz en la religión hindú. Pero uno de sus primeros maestros estaba intranquilo. Ravi Shankar, el hombre que introdujo a George en los secretos del sitar, sufría por lo que pasaba en Bangla Desh, una región conocida como Pakistán del Este, que se había emancipado en una guerra que dejó decenas de miles de muertos y una incipiente nación en total miseria. Para colmo de males, los ciclones azotaban el territorio haciendo más acuciante aún la emergencia humanitaria. Así como Biafra fue la cara del hambre más extrema en los ´60, en 1971 el mundo se conmovía con la tragedia de Bangladesh.
“George –le solicitó Ravi, con lágrimas en los ojos- ¿podrás ayudar?”, y le pasó una serie de recortes que daban una clara idea de la magnitud del problema. Harrison se sintió profundamente tocado ante el devastador panorama y decidió no ser un mero observador. Allí nació la idea del Concierto para Bangladesh, que se celebró el 1° y 2 de agosto de 1971 en el Madison Square Garden. George en persona asumió la tarea de llamar a los mejores músicos del rock para que colaborasen. Como un super heroe que retoma la capa y el disfraz, convocó a sus viejos compañeros de liga: The Beatles. Los cuatro fantásticos de Liverpool iban a reunirse para la ocasión, pero no pudo ser. Ringo Starr dio su OK sin dudar. Paul McCartney se negó ante los problemas judiciales que lo enfrentaban con sus viejos compañeros. Y John Lennon puso un obstáculo insalvable: exigió que Yoko Ono tocara con él. George, que estaba convocando a verdaderas leyendas del rock, comprendió que la japonesa no estaba a la altura y no cedió.
No fue fácil la confección de la lista de artistas. Abandonado por John y Paul, George acudió a dos de sus mejores amigos: Eric Clapton y Bob Dylan. El primero estaba atravesando su peor período de adicción a las drogas y se había convertido en un recluso. Pero finalmente aceptó acompañar a Harrison. Bob Dylan dijo que podían conversar sobre el tema pero que eso no quería decir un sí. Badfinger, una banda que grababa en Apple, se sumó como grupo de apoyo y se vieron complementados por Billy Preston, Leon Russell, Carl Radle, Jesse Ed Davis, Jim Keltner y Don Preston.
El Concierto para Bangladesh fue el primer concierto de rock a beneficio y la inspiración directa que llevó a Bob Geldof a realizar Live Aid y Live 8. Recaudó 15 millones de dólares y ayudó no solo a salvar muchas vidas humanas, sino que puso en primer plano el problema de Bangladesh a escala mundial, contribuyendo a generar presión para que los gobernantes del mundo actuaran. Se registró un álbum triple y una película: ambos acaban de ser reeditados y el filme hoy se puede apreciar en DVD.
El show se inició con Ravi Shankar y sus músicos que hicieron de soporte de lo que vendría después. George Harrison estaba muy nervioso; no sólo era su reputación la que estaba en juego, sino que era la primera vez que se presentaba en público después de los Beatles. Pero cuando arrancó con “Wah-wah”, un tema de su álbum debut como solista, el Madison se vino abajo. Eric Clapton era el primer guitarrista de su banda de lujo. “My Sweet Lord”, hit del momento, subió aún más los ánimos, y después Billy Preston cantó una canción también devocional. Una enorme ovación saludó la presencia de Ringo Starr tras los parches de la batería para cantar su propio éxito, “It don´t come easy”. Después de algunos temas, Leon Russell hizo un medley de rock and roll, que se inició con una flamígera versión de “Jumpin Jack Flash”, tal vez a modo de agradecimiento a Mick Jagger, que quiso participar pero problemas con la visa estadounidense se lo impidieron.
Sin embargo, había dudas a como seguiría el show. En los ensayos anteriores, Bob Dylan había decidido bajarse, porque “no era mi ambiente”. George lo dio por perdido y mayúscula fue su sorpresa cuando miró hacia el costado y divisó a la temblorosa figura de Dylan, con anteojos oscuros y dispuesto a hacer el show. Era un acontecimiento aparte, ya que hacía muchísimos años que Bob no se presentaba en público. Tras su set acústico, todos juntos interpretaron “Something” y “Bangladesh”, el tema que Harrison compuso para la ocasión.
A 35 años del Concierto para Bangladesh, el mundo es otro, pero a la vez continúa siendo el mismo, devorado por la guerra en Irak y Líbano, donde a diario mueren víctimas inocentes no solo por balas sino también por el hambre y las enfermedades que la destrucción bélica generan. Es tentación fácil el pensar que nada puede hacerse, pero la historia la escriben aquellos que como George Harrison, a pesar de todo, intentan algo diferente que quedarse en la mera protesta. El Concierto para Bangladesh habrá sido una gota en un mar de necesidad, pero el mar también comenzó por ser una gota. Es ese espíritu y el de su música, el que hoy recordamos.Sergio Marchi

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